El mundo musical

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sábado, 4 de febrero de 2012

El cuento del burro



Un día, el burro de un granjero cayó a un pozo. El animal estuvo horas y horas rebuznando lastimeramente, mientras el hombre cavilaba sobre qué hacer. Por fin decidió que el animal era viejo, y que de todas maneras había de cegar el pozo; no valía la pena sacarlo de allí.
De manera que llamó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Todos cogieron palas y empezaron a tirar tierra al pozo. Cuando el burro se dio cuenta de lo que estaban haciendo, empezó a dar unos chillidos horribles. Y luego, ante el asombro general, se calmó. Unas cuantas paladas más tarde, el granjero miró al fondo del pozo. Y se quedó asombrado por lo que estaba viendo. El burro se sacudía la tierra del lomo y subía por el pozo sobre el montón creciente.
Los vecinos del granjero siguieron echando tierra sobre el animal, y cada vez se la sacudía y subía otro poco. En poco tiempo, el burro llegó al brocal, salió del pozo y se fue trotando tan feliz.
La vida le tira tierra encima... todos los tipos de tierra. El truco para salir del pozo es sacudírsela de encima y subir un paso. Cada uno de nuestros problemas es un escalón. Podemos salir de los pozos más hondos si no nos detenemos, si no nos rendimos nunca. Sacúdase y suba otro poco.

Autor: Anónimo

Que tengáis un bonito domingo.
Un abrazo cariñoso de una futura burra.
Maria Jesus

5 comentarios:

  1. una historia ¡¡preciosa!! de superacion,se puede aprender hasta de los burros :)

    FELIZ DOMINGO

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    Respuestas
    1. Cierto Angeles, se puede aprender de todo, y los burros encima son muy simpáticos.
      Bienvenida a Trébol de Cuatro Hojas, que contigo está más completo.
      Un beso

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  2. Acertado simil de las lecciones o peldaños de la vida... Algo drástico, sí, pero real...

    Un abrazo María Jesús.

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    Respuestas
    1. Si Ernesto y he de decirte que me siento muy identificada con el burro... en lo de sacudirse la tierra, claro jejeje

      Un abrazo

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  3. ¿Y bién... qué más tenemos que decir amiga mía?

    Un abrazo María Jesús.

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