El mundo musical

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sábado, 23 de junio de 2012

LA PARÁBOLA DEL MATRIMONIO (Reflexión)







Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
- Nos amamos - empezó el joven.
- Y nos vamos a casar - dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa - dijeron los dos-. Lo que sea - ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¡salgan ahora!.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Como lo pediste... ¿y ahora? - preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No - dijo el viejo-.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven-.
- No - repitió el viejo-. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.
Este es el conjuro...
-Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, VUELEN JUNTOS PERO JAMÁS ATADOS.
 

-Autor desconocido-

Feliz fin de semana!

lunes, 16 de abril de 2012

Las cuatro velas



Cuatro Velas se estaban consumiendo lentamente

El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas.

La primera dijo:

-¡Yo Soy la Paz! A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.


La segunda dijo:

-¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas, porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.
Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.


En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:

¡Yo Soy el Amor! No tengo mas fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquéllos que están a su alrededor.
Y también se apagó.


De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas.
-¿Qué es esto? Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.

Entonces la cuarta vela, habló:
-No tengas miedo, niña, en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras velas.


Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.


¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!

-Autor desconocido-


Besos y feliz semana!

lunes, 26 de marzo de 2012

El triple filtro de Sócrates



En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.

Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

- “¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?”

 

- “Espera un minuto”, replicó Sócrates. “Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.”

- “¿Triple filtro?”

- “Correcto”, continuó Sócrates. “Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.”

- “El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?”

- “No”, dijo el hombre, “realmente solo escuché sobre eso y...”

- “Bien”, dijo Sócrates. “Entonces realmente no sabes si es cierto o no.”

- “Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?”

- “No, por el contrario...”

- “Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.”

- “Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?”

- “No, la verdad que no.”

- “Bien”, concluyó Sócrates, “si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, ni es útil... ¿para qué querría saberlo?”

Estos tres filtros son muy útiles para evitarnos decir cosas que dañen inutilmente.

Que tengais una bonita semana :))

Cuchu.

sábado, 4 de febrero de 2012

El cuento del burro



Un día, el burro de un granjero cayó a un pozo. El animal estuvo horas y horas rebuznando lastimeramente, mientras el hombre cavilaba sobre qué hacer. Por fin decidió que el animal era viejo, y que de todas maneras había de cegar el pozo; no valía la pena sacarlo de allí.
De manera que llamó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Todos cogieron palas y empezaron a tirar tierra al pozo. Cuando el burro se dio cuenta de lo que estaban haciendo, empezó a dar unos chillidos horribles. Y luego, ante el asombro general, se calmó. Unas cuantas paladas más tarde, el granjero miró al fondo del pozo. Y se quedó asombrado por lo que estaba viendo. El burro se sacudía la tierra del lomo y subía por el pozo sobre el montón creciente.
Los vecinos del granjero siguieron echando tierra sobre el animal, y cada vez se la sacudía y subía otro poco. En poco tiempo, el burro llegó al brocal, salió del pozo y se fue trotando tan feliz.
La vida le tira tierra encima... todos los tipos de tierra. El truco para salir del pozo es sacudírsela de encima y subir un paso. Cada uno de nuestros problemas es un escalón. Podemos salir de los pozos más hondos si no nos detenemos, si no nos rendimos nunca. Sacúdase y suba otro poco.

Autor: Anónimo

Que tengáis un bonito domingo.
Un abrazo cariñoso de una futura burra.
Maria Jesus

lunes, 30 de enero de 2012

Cada uno da lo que posee...





 Esta es una corta historia en la que hay mucho que aprender. A mi me resultó preciosa al leerla y espero que os guste:
 Cada uno da lo que posee...

Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios.

 
En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.

Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.

Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde dice:
Así que, no te entristezcas con la actitud de algunas personas;

No pierdas tu serenidad.

Domina tus reacciones emotivas.

Sé dueño de ti mismo.

No arrojes leña en el fuego de tu aborrecimiento.

No pierdas tu calma.

Piensa antes de hablar y no cedas a tu impulsividad.

"Guardar resentimientos es como tomar veneno y esperar que otra persona muera".

 Feliz semana!

 Maria Jesus

domingo, 1 de enero de 2012

El Pequeño Pez


"Usted perdone", le dijo un pez a otro, "es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá usted ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscando por todas partes, sin resultado".
"El Océano", respondió el viejo pez, "es donde estás ahora mismo". "
¿Esto? Pero si esto no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano", replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte. 
                                                                         ***

Se acercó al Maestro, vestido con ropas sannyasi y hablando el lenguaje de los sannyasi: "He estado buscando a Dios durante años. Dejé mi casa y he estado buscándolo en todas las partes donde El mismo ha dicho que está: en lo alto de los montes, en el centro del desierto, en el silencio de los monasterios y en las chozas de los pobres".
"¿Y lo has encontrado'", le preguntó el Maestro.
"Sería un engreído y un mentiroso si dijera que sí. NO; no lo he encontrado. ¿Y tú?"
¿Qué podía responderle el Maestro? El sol poniente inundaba la habitación con sus rayos de luz dorada. Centenares de gorriones gorjeaban felices en el exterior, sobre las ramas de una higuera cercana. A lo lejos podía oírse el peculiar ruido de la carretera. Un mosquito zumbaba cerca de su oreja, avisando que estaba a punto de atacar... Y sin embargo aquel buen hombre podía sentarse allí y decir que no había encontrado a Dios, que aún estaba buscándolo.
Al cabo de un rato, decepcionado, salió de la habitación del Maestro y se fue a buscar a otra parte.
* * *
Deja de buscar, pequeño pez. No hay nada que buscar. Sólo tienes que estar tranquilo, abrir tus ojos y mirar. No puedes dejar de verlo

-Anthony de Mello-
Deseo para todos que este año podamos estar tranquilos, que podamos abrir nuestros ojos y no sólo mirar, si no ver... Un besote.

domingo, 11 de diciembre de 2011

La Verdadera Navidad


Siempre me ha gustado mucho la Navidad, me aportaba alegría e ilusión vivirla. Luego, con los años, seguía gustándome de igual manera, pero pensaba "¿por qué no somos todo el año tan generosos como en Navidad?"... Lo cierto es que yo, como la mayoría de las personas, celebraba estas fechas haciendo una gran cena, donde no faltaba cordero, marisco y champán. Haciendo un gasto extraordinario "porque la Navidad es la Navidad".

Todo ha cambiado en mí. Los últimos años han sido duros, y especialmente este que estamos a punto de terminar...

Esta Navidad la viviré de una forma muy distinta, porque de primer plato serviré cariño en lugar de marisco; de segundo habrá mucha comprensión sustituyendo al cordero; como postre serviré una fuente variada de dulces de solidaridad, generosidad, amor al prójimo… y brindaremos con zumo de esperanza.

No haré ningún gasto extra, porque este último año lo ojos del alma se me han abierto, y todas las Navidades que he vivido, ahora me resultan un poco absurdas... Este año soy mucho más pobre que nunca, en bienes materiales, pero todo lo que he perdido me ha enriquecido como persona, me ha hecho ver que “la verdadera Navidad es humilde y solidaria”, y así la viviré.

Este convencimiento, o cambio en mi forma de ver la vida en general, incluidas las fiestas navideñas, a cada uno nos llega en algún momento. A los que aún no les ha llegado, sería bonito que dedicasen, una pequeñísima parte de sus gastos extraordinarios, para ayudar a alguien que lo necesita.

Os deseo unas felicísimas Navidades y que el año 2012 sea mucho mejor para todos, por mi parte, este año será el que más disfrute de toda mi vida.

María Jesús



viernes, 25 de noviembre de 2011

“El valor de cada uno”


Un niño entró en una tienda de animales y preguntó el precio de unos cachorros que estaban en venta.

-Entre 30 y 50 euros, respondió el dueño.

El niño sacó unas monedas de su bolsillo y dijo:
 -Sólo tengo 2 euros... ¿Podría ver los perritos?

El dueño de la tienda sonrió y llamó a Fifí, la madre de los cachorritos, que vino corriendo, seguida de cinco bolitas de pelo. Uno de los cachorritos venía el último y caminaba con dificultad.

El niño, señalando a aquel cachorrito, preguntó:
-¿Qué le ha pasado?

El dueño de la tienda le dijo que el veterinario le había examinado y descubrió que tenía un problema en el hueso de la cadera, de manera que siempre caminaría con dificultad.

El niño se animó y dijo con los ojos llenos de alegría:
¡Ése es el perrito que quiero comprar!

El dueño de la tienda respondió:
-No, a este no lo puedes comprar. Si de veras lo quieres, te lo regalo.

El niño guardó silencio y con los ojos llenos de lágrimas, miró fijamente al dueño de la tienda y le dijo:
-Yo no quiero que usted me lo regale. Este perrito vale igual que cualquiera de los otros y yo voy a pagarlo todo. Le doy ahora 2 euros, y le iré pagando cinco euros cada mes, hasta pagar todo.

Sorprendido, el dueño de la tienda le contestó:
-¿Cómo vas a comprar este perrito? Nunca podrá correr, saltar o jugar contigo y con los otros perritos.

El niño, muy serio, se agachó y se descubrió lentamente la pierna izquierda, dejando ver la prótesis que usaba para andar... Y, mirando al dueño de la tienda le respondió:
-Mire...a mí me falta una pierna...Yo no corro muy bien y el perrito va a necesitar de alguien que lo entienda.

A veces despreciamos a las personas con quienes convivimos todos los días a causa de sus defectos, cuando en realidad todos somos iguales o peor que ellas. No nos damos cuenta de que esas mismas personas necesitan de alguien que las comprenda y las ame, no por lo que ellas pudieran hacer, sino por lo que realmente son. Amar a todos es difícil, pero no imposible.

Confieso que al leer de nuevo este cuento, no he podido evitar mocionarne... he llorado de ternura, y he recordado a algunas personas a las que quiero y se parecen mucho a ese niño. Es precioso pensar que hay muchos niños como el del cuento repartidos por el mundo. Espero que todos tengáis la suerte de encontraros uno...

Pido disculpas por mi larga ausencia y espero mantenerme en activo.
Feliz fin de semana y un beso muy grande!

María Jesus