El mundo musical

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lunes, 1 de noviembre de 2010

CINCO MUJERES Y UNA MALDICIÓN.





Este es un cuento escrito desde el corazón... tal vez sea bonito... tal vez no, pero refleja una gran realidad, un error que muy a menudo cometemos, no sé si refleja soberbia, orgullo, tetarudez o cualquier otra cosa; pero lo que sí refleja es la cruda realidad.


Había un pueblo tan pequeño, que tan sólo habitaban cinco mujeres; eran muy diferentes en carácter y forma de ser, y muy dispares en su forma de pensar; pero todas ellas estaban unidas por una misma cosa, padecían el maleficio de una bruja invisible, que odiaba tanto a las mujeres valiosas y luchadoras, que las hacía sufrir sin que nadie pudiera saber la causa. El tiempo hizo que se rindieran al poder de la bruja; los demás no las comprendieron, y muchos dejaron de relacionarse con ellas. En su soledad, buscaron consuelo en otras personas que padeciesen el mismo mal... y así es como fueron a parar a ese lugar en el que eran vecinas.

Las cinco mujeres se comprendían muy bien, se apoyaban y se animaban mutuamente. La bruja siempre les estaba atacando, cada vez que una de ellas intentaba zafarse de sus garras, venía y la castigaba con crueldad. Aprendieron a convivir con ella y se acostumbraron a sufrir todo cuanto quisiera hacerles. Pero eso no impidió que las vecinas encontraran la forma de seguir riendo y disfrutando de su vida, aunque no todas lo hacían por igual. DULCE era la que más sufría, porque no podía dejar de pensar en lo bien que estaba antes, y eso hacía muy doloroso ver en lo que se había convertido… llevaba pocos años con la maldición, y era la más joven; a pesar de eso era la más divertida de todas. HADA era una persona especialmente protectora y con la que se cebaba la bruja; se hizo íntima amiga de la DULCE, eran inseparables y tenían una gran amistad, aunque eso no les impedía ser amigas de las otras tres vecinas del pueblo. BLANCA, muy maltratada por el maleficio sufría enormemente; al igual que HADA llevaba demasiados años soportando y ya no podía más… sin embargo, siempre se preocupaba de todas las demás y les daba mucho cariño, eso sí, sin besos. VIDA aguantó tantas agresiones y maltratos como las otras, desde hacía bastantes años; esta mujer era especialmente fuerte, siempre seguía adelante por mucho que la agrediese el mal. Se ganó la admiración de todas. Y por último llegó al vecindario MUSA, era la que menos tiempo llevaba con el maleficio, además por el momento era la menos agredida, aun así soportaba muchas veces los terribles ataques de la malvada.

Hubo una época en la que la bruja quiso divertirse haciendo de las suyas con todas ellas, y las atacó a la vez, cada una soportaba sus ataques como podía, sin poder defenderse. Las atacó… y las atacó una y otra vez hasta que tanto mal las hizo explotar; esto provocó que se enfrentaran entre ellas, sin que se dieran cuenta que eran víctimas de la maldad… MUSA se enfrentó a las quejas de DULCE y HADA, y estas dos que se querían tanto se enfrentaron MUSA… BLANCA intentaba conciliarlas porque se daba cuenta de lo que estaba pasando y como también había quejas para ella desde tiempo atrás, se enredaron un poco las cosas. Lo peor llegó cuando MUSA dijo lo que pensaba, no supo hacerlo de la mejor manera, ya que era muy impulsiva, tanto como HADA y DULCE… para dejar constancia de su disconformidad con las quejas de las otras, MUSA lanzó un grano de arena en el camino de HADA y DULCE, éstas a su vez, lanzaron otro grano de arena en el camino de MUSA…

Por más que BLANCA intentó conciliarlas no lo conseguía, cada vez que una de ellas salía a la puerta de su casa y miraba ese grano de arena se indignaban y enfadaban más y más… sus enfados provocaban lluvia, y la lluvia hacía barro en el camino. Los granos de arena recogían el barro y se hacían cada vez más y más grandes.

VIDA, que llevaba tiempo sin verlas, porque estaba tratando de vivir como si la bruja no le hiciera daño, salió un día y se encontró con tres grandes pelotas de barro en el camino de sus vecinas. Al igual que BLANCA intentó hacer razonar a las tres en discordia, más su esfuerzo fue en vano.

MUSA acababa de pasar por una situación parecida y esto la destrozaba, acabó por darse cuenta que esa gran pelota de barro en realidad no era más que un grano de arena, de modo que la cogió y la apartó lejos, donde no pudiera verla nunca más. Pensó que de alguna manera había que arreglar aquello y dejó unos mensajes escritos en el buzón de sus vecinas, en el que las decía que las quería, que las echaba de menos y que no era para tanto. Ella ya no tenía aquella gran pelota de barro y por eso dejó de sentir enfado. Por el contrario HADA seguía viendo aquella enorme pelota en la puerta de su casa, y eso la enfadaba muchísimo, porque había querido tanto a MUSA, que no podía creer que aquella cosa enorme y fea se la hubiese lanzado su amiga… entonces llovía y el barro hacía crecer esa pelota más y más. DULCE estaba tan mal que no quitaba tampoco la pelota; pero no atacó más a MUSA. La ignoró sin más.

Aquella pelota de barro del camino de HADA llegó a ser tan grande que ya no pudo evitar el odio hacia MUSA, ya no recordaba que en realidad su vecina tan sólo tiró un granito de arena, y cuando vio los mensajes que decían aquellas palabras de cariño, su rabia creció aún más... y llovió haciendo crecer la gran bola de barro.

MUSA estaba sufriendo mucho, porque se daba cuenta de lo que estaba pasando, y no sabía cómo hacer ver a sus vecinas, que bastaba con quitar esa bola de su vista, para volver al punto de partida… para darse cuenta que nadie le tiró aquella cosa grande y monstruosa, que en realidad sólo fue un granito de arena. Ninguna de las tres hizo nada grave, solo fue un granito de arena.

La bruja reía y reía por su gran triunfo.

Las cosas llegaron a tal punto, que HADA pensaba de MUSA que era una mentirosa, que no estaba maldita por la bruja y que fingía su mal… todo porque había decidido hacer con la bruja lo mismo que con el granito de arena, es decir, MUSA seguía sufriendo los ataques y maltratos de la malvada bruja, de hecho cada vez eran más fuertes y agresivos; pero imitó a su amiga VIDA he intentó no pensar más en la bruja que en las demás cosas. MUSA consiguió vencer a la maldición en su pensamiento, eso le daba ánimos para intentar hacer cosas positivas y agradables, aunque no lo consiguiera siempre… quiso hacerlo saber a las demás mujeres, por si podía ayudar a alguna de ellas a no perder la esperanza. ¿Y qué pasó?, que la gran pelota de barro cegó a HADA y esta sólo vio un engaño donde no lo había, diciendo de MUSA que era una impostora, cuando lo cierto es que tan sólo había querido superar psicológicamente aquella maldición que jamás podría evitar.

Tanto dolió esto a MUSA, que decidió hacer con DULCE y HADA lo mismo que con el granito de arena y la maldición… se las quitó de en medio, no quiso verlas más, a partir de ese momento ya no podría dañarle nada de lo que hicieran o dijeran.

Mientras tanto HADA vivía con una montaña de barro delante de sus ojos… y decidió marcharse del pueblo junto con DULCE.

Ahora el pueblo estaba muy vacío; pero sin barro…

Espero que las HADAS del mundo aprendan a evitar que un simple granito de arena destroce una amistad, un amor e incluso un país o la paz de los seres humanos.

Os deseo lo mejor.
*Cuchu* Safe Creative #1011027741905

3 comentarios:

  1. Es verdad a veces de un granito de arena hacemos una montaña, y pasa lo que pasa, hasta una guerra. Espero que todas las montañas, se conviertan en granos de arena, y asi todos seamos mas felices en un mundo mejor.
    Por cierto me lleve el otro día tu trebol, muchas gracias por ofrecerlo a quien lo quiera. ES muy hermoso.
    Gracias . Un abrazo

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  2. excelente modo de expresar tristes realidades, precioso y sabio cuento!
    un beso grande.

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  3. Muchas gracias Luz y Patricia por visitarme.

    Os mando un gran beso

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